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El gran apagón

Fin de semana en tierras de frontera (II). Valencia de Alcántara

Este día pensábamos dedicarlo a visitar la mayor cantidad de dólmenes posibles. Como dijimos en la entrada anterior, una cosa es verlos en el mapa, y otra la realidad sobre el terreno. En las cartografías los conjuntos aparecen relativamente agrupados, pero no se aprecia el relieve y las distancias reales. Una vez en el lugar comprobamos de inmediato que la cosa no iba a ser tan fácil, algo que se confirmó con el resto de construcciones. Para acceder a La Tapada del Anta es preciso salir por la Carretera de San Pedro, y aproximadamente a 1 kilómetro se coge, a la derecha, la carretera de La Fontareña. Un kilómetro más adelante nos volvemos a apartar a la derecha, por una pista de tierra bastante buena y amplia. La ruta está señalizada, por lo que no hay pérdida. Aproximadamente a unos 3 kilómetros está el cartel del dolmen a 250 m., y el cartel  de la ruta de la Rivera de La Miera. Justo donde está el cartel, que indica 250 metros al dolmen, dejamos el coche y aquí, atención, puede producirse un error, como nos sucedió a nosotros. El cartel indica con una flecha que te hace pensar que hay que seguir el camino. Al final del camino te encuentras una valla de una finca privada, cerrada y resulta imposible avanzar, con lo que quedas desconcertado. Otra vez vuelta atrás.

Valla que da acceso a la vereda que conduce al dolmen

El camino bueno está justo al lado del cartel, hay que abrir la puerta que da acceso a esta finca, que se encuentra sin candado. Al regresar del camino anterior nos dimos cuenta que a unos cien metros hay un pequeño indicador, que resultó ser la señal que muestra el camino, pero que no es claramente visible. Siguiendo este pequeño poste, con un dibujo de dolmen y una flecha de dirección entramos en una estrecha vereda, que nos hace ascender por la ladera de la montaña, entre una importante maleza. El camino se va estrechando poco a poco, y las plantas te tapan por completo. Al final, en la cumbre, se sale a una zona despejada llena de grandes bloques graníticos, y empieza el problema. Habíamos pensado que sería fácil encontrar los dólmenes, que serían muy visibles, pero en este caso no es así, desde la cima no se veía nada, a ningún lado, así que no nos quedó más remedio que empezar a dar vueltas hasta que por fin lo vimos al fondo, entre una abundante maleza. Al llegar a la cima hay que dirigirse hacia la derecha, se encuentra entre una abundante masa vegetal, pero desde una piedra elevada es posible verlo. Acercarse también es problemático porque la masa vegetal parece impenetrable y hay que buscar una pequeña vereda que se encuentra en uno de los laterales para poder entrar por fin a la zona más despejada donde está el dolmen. Como la mayoría de los dólmenes de la zona, ha sido reconstruido, por lo menos en parte. Alguna de las grandes losas que conforman el monumento han sido levantadas y unidas, ya que se encontraban fracturadas. Es una impresionante estructura funeraria, que hace reflexionar sobre el esfuerzo que debió suponer para la comunidad levantar tales bloques de granito para albergar y honrar a sus difuntos. Con un poco de imaginación podemos ver a los habitantes de la zona, hace cinco mil años, depositando el cadáver de su ser querido junto a los huesos de sus ancestros en la cámara del dolmen, y posteriormente realizando rezos a los espíritus de sus antepasados y a la naturaleza, al tiempo que  depositan ofrendas  en forma de flores y de alimentos dentro de recipientes, en la zona del corredor.
Buscando el dolmen en la cima

Al fin vimos el dolmen de La Tapada del Anta









La zona del corredor ha quedado invadida por las zarzas


Ruta del Molino de la Negra
Como estábamos junto al punto donde partía el camino hacia el Molino de la Negra, aprovechamos para acercarnos. El camino discurre al lado del río de La Miera, y es muy agradable, sobre todo en este primer tramo cuesta abajo. Este tramo es un ramal de un PR de dieciséis kilómetros que sale desde Valencia de Alcántara y vuelve al mismo lugar.

















El Molino de la Negra entre la maleza





Maquinaria del Molino de la Negra


Prado en la confluencia de La Miera y el río Sever

Abubilla en el camino de vuelta





Pozo con un curioso sistema para sacar agua en un margen del camino






Enlaces:
Mancomunidad de la Sierra de San Pedro. Megalitismo
Ruta Autoguíada. Mancomunidad de la Sierra de San Pedro. Frontera Natural

Ubicación:






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