Ir al contenido principal

Destacados

Tiempos de UJA

 

Isabel de Baviera. Sisi




Si hay un personaje femenino que evoca Viena como ningún otro ese es Isabel de Baviera más conocida por todos como Sissi.
Isabel nació en Munich (Baviera) el 24 de diciembre de 1837, con la dignidad de princesa de Baviera e hija de Maximiliano de Baviera y de la Princesa Real Ludovica de Baviera. Casada a los 16 años con Francisco José I de Baviera, de ella se ha escrito y hablado mucho y, al fervor desatado por su figura han contribuido mucho las famosas películas que sobre su vida se hicieron en los años 50 y que han dejado una imagen de Sissi que no se corresponde con la realidad.

Isabel no tuvo una vida fácil; ella, de quien se dijo que era la mujer más bella y más desgraciada de la época, padeció de anorexia y bulimia y no soportaba el protocolo de la severa corte austriaca, lo que fue causa de que chocara en no pocas ocasiones con su marido y con su suegra.


Fue una persona rebelde, culta y demasiado avanzada para su tiempo. Fumaba, practicaba la equitación, hablaba varios idiomas: alemán, francés, inglés y el húngaro. Cuidaba su figura de una forma maniática (su obsesión era no pasar de los 50 kilos y medía 1'72) e hizo instalar un pequeño gimnasio en sus habitaciones, se alimentaba básicamente de pescado hervido, alguna fruta y jugo de carne (lo justo para no desfallecer). Paseaba a diario, a menudo durante largas horas llegando a extenuar a las damas de su séquito.


Cuidar su larga melena, que llegó a rozarle los tobillos, le llevaba horas. Se lavaba el pelo cada diez días y para ello precisaba la jornada completa. Su peluquera tardaba unas dos horas diarias en peinarla.



Sissi tuvo cuatro hijos: Sofía, Gisella, Rodolfo y Valeria aunque nunca deseó descendencia, no le gustaban los niños y odiaba el olor a bebé.


A partir de los 35 años no volvió a dejar que nadie la retratase o tomase una fotografía, adoptó la costumbre de llevar siempre un velo, una sombrilla y un gran abanico negro con el que se cubría la cara.
Última fotografía de Sissi



A todas estas "manías" hay que añadir el sufrimiento personal debido al prematuro fallecimiento de su primera hija, Sofía, fallecida a los dos años de edad y del cual no se recuperó nunca. Años más tarde su único hijo y heredero Rodolfo moría en extrañas circunstancias. A partir de este momento Isabel adoptó el negro como único color en su vestimenta y que ya no abandonaría hasta el día de su muerte.

Sissi murió el 10 de septiembre de 1898, mientras paseaba cerca del lago Lemán en Ginebra. Fue atacada por un anarquista italiano, Luigi Lucheni que estaba en realidad planeando un atentado contra el pretendiente al trono francés, un príncipe de la casa de Orléans, pero al enterarse de que la visita del príncipe había sido anulada y que la emperatriz se encontraba en la ciudad decidió encontrar en ella a la víctima perfecta para pasar a la posteridad.

Fue enterrada en la Cripta Imperial en la Iglesia de los Capuchinos en Viena.

Comentarios