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El gran apagón

El Floridita. La Habana

Algo que hay que hacer obligatoriamente si se visita La Habana; tomarse un Daikiri en el Floridita.

  Es algo así como un rito que podría encuadrarse en una de esas listas que se redactan con, por ejemplo, las 100 cosas que hacer antes de cumplir los 50, ...tener un hijo, escribir un libro, montar en globo, tomarse un daikiri en el Floridita, etc. 

Puede que en algunos momentos haya tenido mejor aspecto, pero a primera vista, cuando ves por primera vez El Floridita, por el exterior, no puedes creerte que sea el famoso Floridita de La Habana, ya que su aspecto es el de un bar de cualquier barrio en España.

 

El interior mejora algo, no hay correspondencia con el exterior, aunque tampoco es espectacular, pero tiene un ambiente un poco decadente que resulta atractivo. En un lateral del establecimiento han colocado una estatua de Hemingwey acodado en la barra, de forma que si quieres te puedes tomar un daikiri en su compañía. En resumen un ambiente agradable, amenizado por una banda cubana (algo impepinable en cualquier local que haya turistas) con unos daikiris buenísimos y muy fríos, aunque con un precio elevado en relación al resto de locales (un daikiri en el Floridita son 6 cuc, mientras que un mojito en la terraza del Hotel Ambos Mundos son tres), pero que sin embargo no echa para atrás a los turistas porque siempre suele estar lleno.

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